Micrófono de condensador

Aunque no es lo más importante, a modo de cultura (o para que puedas vacilar) también, es conocido como electroestático o micrófono de capacidad. Este tipo de micrófono fue diseñado por primera vez en el año 1916 por Edward Christopher Wente en los laboratorios Bell.

Lo que si es importante que sepas es que se considera uno de los diseños que nos proporciona más calidad y precisión y suelen ser los elegidos por los técnicos en estudios de grabación para captar voces, instrumentos de vientos, guitarras acústicas, cuerdas o sonidos de ambientes.
Eso si, ten en cuenta que, su uso fuera del estudio no es habitual. Un ejemplo de esto es que pocas veces será utilizado en sonido en vivo ya que debido a su diseño, no es el micrófono más adecuado para este tipo de entornos. Es un micrófono mucho más sensible que uno dinámico y también más delicado. Una excepción podría ser cuando se utiliza para captar el sonido del público o en situaciones muy concretas, algún instrumento de viento.

Cómo funciona un micrófono de condensador

El mecanismo transductor del micrófono de condensador está basado en la diferencia de carga que se produce cuando tenemos dos placas capaces de acumular una carga eléctrica constante (condensadores). Las dos placas están muy juntas, casi pegadas. Una de ellas es fija y la otra es móvil.
La placa móvil hará las funciones de diafragma y suele estar fabricada de un material metálico chapado en oro. Esta placa metálica suele estar unida a un plástico muy fino. La placa fija es también de metal pero es mucho más gruesa y está perforada. A esta placa se la conoce como ‘Backplate’. La distancia entre las dos placas es constante, así como la carga eléctrica existente, pero cuando las ondas de presión golpean el diafragma, se produce una vibración muy similar a la del sonido recibido haciendo mover la placa móvil y, por lo tanto, la distancia entre ambas.

La variación producida generará una diferencia en la carga eléctrica, dando como resultado una tensión
diferente a la inicial. Cuanta menos distancia haya entre ellas, más carga se genera. Esos cambios de voltaje a través del tiempo producirán la señal de audio.

Las placas que encontramos en la cápsula deben estar alimentadas de manera continua por lo que en el sistema encontramos un componente que tiene como función proporcionar la tensión constante necesaria. La gran mayoría de veces, esta alimentación se proporciona desde una mesa de mezclas, un previo de micrófono o una interfaz de audio. A esta alimentación se la conoce como Phantom Power y aporta un voltaje de 48V.
El rango “audible” por una gran mayoría de modelos cubre desde los 20Hz hasta los 20KHz (recuerda, rango de audición humano). Además, esta respuesta en frecuencia suele tener una curva bastante plana, lo que los convierte en micrófonos bastante transparentes. El diseño del diafragma es muy ligero y fino. Esto propicia una mejor capacidad para captar las frecuencias
agudas y los transitorios.

Además de esta gran ventaja, también tienen una mayor sensibilidad que hace que se
pueda captar con más detalle la fuente sonora y poder alejarlo más si fuera necesario pero esta característica puede provocar que, si el nivel SPL es muy alto, nos dé un sonido muy saturado.

La señal de audio que proporciona el Transductor tiene un voltaje muy pequeño y una impedancia bastante alta, por esta razón, es necesario reducir la impedancia de la señal y amplificarla empleando transistores o válvulas en su circuitería, incluso antes de que llegue al preamplificador. Estos componentes tendrán un impacto en el sonido resultante siendo más transparente, si usa transistores, o más coloreado, si usa válvulas. El hecho de tener más componentes aumenta el precio por lo que normalmente, suelen ser micrófonos más caros que otros, aunque existen modelos bastante económicos, como el Samson C01 o el Behringer B1, que no superan los 100€. También, hay modelos realmente caros como el Neumann U87 que ronda los 2500€ o el Telefunken U47 con un precio cercano a los 10.000€.

El diseño de este tipo de micrófono es delicado, por lo que se deben manejar con cuidado y no tratarlos bruscamente ni golpearlos (de ahí que no sean aptos para directos normalmente). Esta es una de las razones principales por las que su uso en sonido en vivo está más limitado. También, influye mucho el factor de que les afectan los cambios de humedad y temperatura, por lo tanto, hacerlos trabajar en entornos difíciles como una sala de conciertos o al aire libre pueden suponer problemas extra. Una gran mayoría de estos micrófonos suelen ser de direccionalidad variable es decir, que es posible cambiar de patrón polar y los hace muy útiles en el estudio.

Ventajas

  • Respuesta en frecuencia amplia (20Hz-20KHz)
  • Curva de respuesta en frecuencia más plana
  • Mejor captación de transitorios y agudos
  • Mayor sensibilidad
  • Direccionalidad variable

Desventajas

  • Necesita alimentación externa
  • No soporta niveles SPL demasiado altos
  • Delicado
  • Sensible a los cambios de humedad y temperatura
  • Caros