Introducción a la captación sonora

En el primer módulo del curso, vimos como viaja el sonido a través del aire y a través de nuestros equipos. La captación sonora consiste básicamente en transformar las ondas de presión sonora (ondas mecánicas), en ondas electromagnéticas, es decir, en una señal de audio eléctrica.

No siempre se captan únicamente ondas de presión ya que existen también fuentes que generan sonidos de manera eléctrica o electrónica y el audio procedente de éstas, no se capta con los mismos dispositivos que utilizamos en el caso de las ondas de presión. Sea cual sea la fuente, se está realizando una captación, registro o grabación de una fuente sonora. Lo más importante para realizar una buena captación es tener una base técnica mínima sobre el sonido y el equipo que vamos a emplear. Lo segundo es contar con los conocimientos que se van adquiriendo con la
experiencia. Este último punto marca realmente la diferencia ya que la mejor forma de aprender es con la práctica. Saber dónde colocar el micrófono es un punto muy importante para llegar a plasmar el sonido que queremos. Sin embargo, los conocimientos técnicos nos van a ayudar a conseguir más rápido ese sonido que pretendemos captar. Cuanto mejor sea la captación, el resultado va a ser de mejor calidad y será más sencillo llegar a nuestro objetivo cuando utilicemos los procesadores de señal (efectos, etc).

Aunque afortunadamente, a día de hoy existen herramientas muy avanzadas para la edición y manipulación del audio, lo cierto es que una mala grabación puede que no se pueda mejorar todo lo que nos gustaría. Generalmente, lo que buscamos es que el audio registrado sea lo más fidedigno posible a la fuente emisora ya sea una voz humana, un instrumento musical (acústico o electrónico), un animal, un ambiente, etc… Es decir, buscamos “imitar la realidad” lo mejor posible.
Por lo tanto, buscamos naturalidad (aunque no siempre) y que sea inteligible, algo que no es tan sencillo al principio, especialmente cuando hablamos de la grabación de instrumentos, que suele ser algo más compleja que otras fuentes puesto que se puede emplear más de un micrófono (sobre las técnicas de grabación hablaremos en el siguiente tema).

Una de las fases que más suele gustar a los técnicos es la grabación ya que el aprendizaje y el desarrollo de técnicas propias es constante.

Es bastante habitual que un técnico afronte una nueva grabación de manera distinta a como la hizo la última vez ya que se parte de cero y existe la posibilidad de realizar cambios respecto un trabajo anterior para siempre intentar llegar a un mejor resultado. Es decir, aunque grabar es algo que requiere técnica, tiene un componente artístico y creativo muy interesante.

Diferencia entre sonido y audio

Cuando se habla de sonido y audio debes saber que no son la misma cosa. El sonido es lo que nosotros oímos, es decir, ondas de presión sonora. En cambio, el audio es la representación del sonido en forma de señal eléctrica o digital. El audio puede ser unas ondas electromagnéticas o datos. Estos últimos son más fáciles de transmitir y manipular que las ondas mecánicas. Además, el audio se puede almacenar mientras que por ahora, no es posible hacer esto con el sonido.

Por lo tanto, podemos afirmar que para poder registrar el sonido, primero se debe transformar en audio.

Las ondas de presión sonora sólo pueden ser captadas por dispositivos especialmente diseñados para ello. Evidentemente, hablamos de los micrófonos aunque realmente, necesitamos algo más que un simple micrófono puesto que este es tan sólo el primer eslabón de la cadena.

¿Qué necesitamos para captar sonido?

Para realizar este proceso y como ya hemos comenzado a explicar, lo primero que necesitaremos será un micrófono que transforme en impulsos eléctricos las ondas sonoras producidas por una fuente.
Seguidamente, un pre-amplificador de micrófono más conocido como “previo”. El previo es el encargado de amplificar la señal que llega del micrófono.

Por último, un procesador de señal en caso de que deseemos modificarla y un dispositivo capaz de registrar y almacenar la señal de audio.