Tratamiento acústico

Tanto en la sala de control como en la sala de grabación, uno de los aspectos más importantes, sino el más importante, a tener en cuenta es el tratamiento acústico. Un Estudio además de estar aislado acústicamente para que no se filtren ruidos del exterior que puedan ser captados por los micrófonos, se debe reducir el nivel de reverberación y controlar aquellas frecuencias que nos están dando un Sonido que no es el real.

Por lo general, cuando grabamos un instrumento, el objetivo que se persigue es captar un sonido natural, queremos imprimir su esencia. Eso es lo que intentamos conseguir con un micrófono (y por eso nos gastamos tanto dinero en conseguir uno bueno) y con una mala acústica estaremos captando la mala acústica de la habitación y su reverberación. Por otro lado, si la acústica no es buena tanto el sonido de la propia sala como la reverberación también lo serán, por lo tanto esto NO nos va a dar buenos resultados.

Lo lógico es pensar que lo que debemos hacer es acabar con la Reverberación, pero esto no es así, lo que se debe hacer es controlarla para que no haya un exceso y juegue a nuestro favor dotando a los instrumentos de una bonita reverberación natural. Las salas de grabación, además de contar con la sala principal donde existe esta reverberación natural, que es especialmente útil para la grabación de
baterías, piano, guitarra acústica, etc. también, pueden contar con cabinas aisladas donde la reverberación es prácticamente nula para grabar aquellos instrumentos donde no queremos reverberación natural, como por ejemplo, la voz (por ejemplo, los estudios de doblaje, suelen contar con un “vocal booth” para grabar voces con muy poca reverberación). La sala donde la reverberación tiene una caída más larga y una menor absorción de frecuencias agudas se suele llamar “sala brillante” y aunque no es algo que tengan muchos estudios, hay algunos que la tienen.

Si el tratamiento acústico en la sala de grabación es importante, no lo será menos en la sala de control,
aunque el enfoque será un tanto distinto. Lo que intentaremos conseguir en la sala de control, además de controlar la reverberación reduciendo el tiempo de ésta a unos pocos mili segundos, será conseguir un sonido lo más plano posible para que la propia sala no nos engañe y podamos tener una escucha lo más fiel posible a la realidad.

Aunque los Ingenieros acústicos siempre intentan lograr un sonido plano en cualquier punto de la sala, en realidad, es el técnico la única persona que debe tener una escucha realmente fiable, por lo que el tratamiento acústico se centra, sobretodo, en el punto de escucha del técnico. Este punto lo solemos llamar “Sweet spot” y como propietario del estudio, debes tener claro dónde está exactamente (solemos intentar que esté en la posición natural del escucha del técnico que trabajará en el proyecto). Tratar una sala para que tenga una respuesta plana en todo el espacio es muy, muy difícil, pero si solo tenemos que centrarnos en un punto, esto será mucho más fácil.

Los conocimientos básicos para el tratamiento acústico del estudio no los vamos a abordar en este módulo ya que lo hemos visto en el primero. Aunque si quieres ir un poco más a fondo, tienes dos opciones, una es apuntarte a un curso de acústica de estudio en Sonopro o contratar a un ingeniero acústico para llevar a cabo este tratamiento.

Evidentemente, creo que es más inteligente hacerlo por ti mismo con los conocimientos que saques de este curso o del de acústica porque así serás tu quien tenga el control de todo el proceso.